jueves, 23 de junio de 2016

El Arte de la Brevedad



Dicen, y así lo creo, que el escritor que consagre sus esfuerzos a la narrativa breve ha de concentrar toda su creatividad en la merma, la omisión, la disminución y la elipsis.
Es el destino del autor de narraciones mínimas. Reducir, acortar.

Los microcuentos se caracterizan por lo que se omite, más incluso que por lo que se escribe.

Cuentan las leyendas urbanas la historia de un escritor que, concluidos los trece tomos de una narración novelada, decidió acortarla y en la labor de meter tijera y eliminar lo sobrante, se quedó con un solo párrafo de 140 caracteres, la longitud máxima de un mensaje en twitter.

Es posible que si todos resumiéramos tanto lo que escribimos, la literatura y los árboles (recordad que muchos libros se imprimen en papel) nos lo agradecerían.



Puede que la historia os parezca una exageración, lo se, pero ése es el espíritu. Soy un Tusitala, un Contador de Historias.

Lo que puedas decir en 10 palabras, no lo digas en 20.

Y si... tu puedes escribir todas las novelas que te de la gana, pero vigila el número de páginas, por favor.

El papel es caro y la paciencia de los lectores, limitada.

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